MAJAELRAYO, EL OCEJON, MAJAELRAYO

DATOS TÉCNICOS:

Distancia: 15km.

Altitud: Cota de salida (Majaelrayo) 1184m. Cota máxima (Ocejón) 2048m. Altitud acumulada 880m.

Recorrido: Lineal. Pista forestal, sendero, marcas banda amarilla e hitos.

 

DESCRIPCIÓN:

  Comenzamos la ruta en la Plaza de el pueblo de Majaelrayo, cogeremos la calle que sale a la derecha, que en ligera subida nos llevara hasta las afueras del pueblo,

 tras pasar el alojamiento rural "Las cabezadas" encontraremos una pista o camino carretero, la cual seguiremos, unos metros antes de una nave agrícola a nuestra izquierda, veremos un cartel metálico que nos indica a nuestra izquierda el comienzo del sendero al Ocejón (Nosotros obviamos la indicación del sendero y continuamos por el camino de frente. Recorreremos 1km. más de distancia, pero ganaremos altura mas suavemente. Dejaremos el sendero para recorrerlo en la bajada). La pista discurre con un desnivel muy suave, colindando con las tapias de varias fincas

nos encontraremos una pista que sale a nuestra derecha, nosotros seguiremos siempre hacia nuestra izquierda, unos metros más adelante se nos presentara de nuevo una bifurcación, cogeremos de nuevo la opción de nuestra izquierda y nos encontraremos una señal de trafico "Pista Forestal Cerrada" y unos metros más adelante una barrera que impide el paso de vehículos.

A partir de este punto la pista comienza a describir prolongadas zetas con las que iremos ganando altura cómodamente, la pista suaviza aún más su desnivel y justo antes de comenzar a ganar altura nuevamente, veremos a nuestra izquierda la incorporación de el sendero que viene de Majaelrayo (Que nosotros cogeremos en la bajada).

 

continuaremos avanzando con nuestra vista fijada en la Peña de los Santos, hacia la cual nos dirigimos dejaremos a nuestra derecha La Casa Yerma, por nuevas y cortas zetas que la pista dibuja al abrigo del bosque de robles. Ganando altura rápidamente, 

llegaremos a la Peña de los Santos (Nosotros hicimos un pequeño descanso en el que avituallarnos para coger fuerzas antes de afrontar los repechos más duros de la ruta).

 

A partir de este punto la pista se convierte en sendero (está marcado con bandas amarillas) y tras salir del bosque de robles, afronta de forma directa la subida hacia el collado (rampa dura y exigente). Unos metros antes de alcanzar el collado, veremos a nuestra izquierda una placa metálica puesta en la roca, en honor al fundador del club Alcarreño de Montaña "D. Jesús García Perdices" (Excelente labor la de este club, en la conservación y divulgación del GR-10, en la provincia de Guadalajara).

Nada mas alcanzado el collado, a nuestra derecha observaremos un pequeño refugio construido con piedras de pizarra (Apto tan solo para dos o tres personas sentadas). Tras un pequeño descanso en el que recuperar un poco las fuerzas gastadas en el repecho anterior, comenzaremos a descender, siguiendo de frente a la dirección que traíamos, separándonos de la pared de rocas de nuestra derecha. Giraremos poco a poco durante el descenso hacia nuestra derecha, hasta alcanzar la parte central del cóncavo que asciende entre la pared del Ocejón y la del Ocejoncillo.

 
Alcanzada la parte central del cóncavo, comenzaremos de nuevo a ganar altura por ella en cortas y exigentes zetas hasta alcanzar el pequeño collado  (Ventana natural desde la que tendremos unas excelentes vistas ) que separa los conjuntos pétreos del Ocejón y el Ocejoncillo. Siguiendo los hitos de piedra y las marcas amarillas giraremos hacia nuestra izquierda donde comienza la senda entre piedras de pizarra, con pequeños escalones en piedra, que en apenas 500 metros nos llevara a coronar la cima del Ocejón. Y disfrutar si la climatología lo permite de las singulares vistas que desde allí observaremos (las siguientes fotografías son de nuestra visita anterior, pues en esta ocasión la niebla impedía ver mas allá de 10m.).

Panorámica 360º (Descarga 430Kb)

la vuelta la haremos sobre nuestros pasos, hasta alcanzar el sendero que baja directamente desde la pista a Majaelrayo, el cual tomaremos a nuestra derecha 

 

y en descenso pronunciado nos llevara tras cruzar un pequeño arroyo a la entrada del pueblo (junto al cartel que indica la ruta), posteriormente recorriendo de nuevo sus calles llegaremos a la plaza y fin de la ruta.

NUESTRAS ANÉCDOTAS:

El Ocejón es salida habitual todo los años para Trotamontes, en la última ocasión realizamos la ruta Lucas, Karlos, Rubén y Carlos el 16-01-2006. Las previsiones metereológicas no eran nada halagüeñas (Probabilidad de precipitaciones del 100%, nieve a partir de la cota de 800m. ) Así que echamos las cadenas al maletero y nos dispusimos a intentar llegar a Majaelrayo. La suerte de Trotamontes no nos abandono y aunque la carretera estaba nevada desde mucho antes de Tamajón conseguimos llegar sin ellas casi hasta Majaelrayo (la última cuesta el coche dijo que ya no podía más y tuvimos que cumplir el ritual de poner las cadenas "Risas varias hasta que conseguimos tensarlas en condiciones"). Ya en el pueblo, una estampa maravillosa, todas sus calles nevadas, los árboles llenos de nieve y el contraste de la negrura de sus fachadas. Comenzábamos nuestra primera aventura invernal de la temporada. 

Hacia tiempo que no iniciábamos la subida al Ocejón desde Majaelrayo, pues las últimas veces siempre han sido desde Valverde de los Arroyos. Al salir del pueblo recordamos que la última vez regresamos por la pista (En lugar de el sendero señalizado) así que utilizamos la pista y dejamos el sendero para la bajada (De esa forma aunque es una ruta lineal, variaríamos un poco el recorrido de subida y bajada).

Aunque la nieve no dejo de caer en toda la jornada, la temperatura era agradable 0º C. (Ni frío, ni calor) pues la ausencia de viento contribuía notablemente a una sensación térmica muy aceptable, pronto comenzamos a despojarnos de parte de las prendas de abrigo, las cuales no volvimos a utilizar hasta pasado el Ocejoncillo. 

Hasta alcanzar La Peña de los Santos, la subida fue cómoda, pues la nieve tenia un espesor medio de 25 cm. (nieve polvo, muy ligera, recién caída, nuestra huella profundizaba hasta la tierra), pero a partir de allí, el espesor fue en aumento y el desnivel también, la pista se trasforma en sendero (la nieve impedía ver marcas e hitos) las dificultades fueron acumulándose. Cuando alcanzamos el collado y pasamos al otro lado del cordal "sorpresa" el espesor superaba el metro de altura. Primeras hundidas hasta la cintura y alguna que otra caída "risas varias y ayuda al necesitado". Nos alejamos del cordal para evitar el caer en los ventisqueros que sin duda cubrían sus moles de piedra y por la parte central del cóncavo iniciamos la ascensión hacia el Ocejón, la nieve nos cubría por encima de las rodillas, la fuerte rampa y la escasa visibilidad hacia mella en nosotros. Nos íbamos turnando en la dura labor de ir abriendo huella (era realmente agotador, andábamos 25m. y teníamos que parar a coger aire, nuevo tirón y nueva parada), todos colaboramos en los relevos (pues la diferencia de ir el primero al último era muy considerable) pero el que más empeño puso fue Rubén (Nunca había estado en el Ocejón y tenia ganas de hacer esa cima). Cuando alcanzamos el collado que separa el Ocejoncillo del Ocejón la visibilidad disminuyo considerablemente, Karlos nos comunico que el no seguía (Ya conozco la cima y hoy poco voy a ver, así que os espero aquí) se acomodo al refugio de un gran bloque de piedra y los demás continuamos con la ascensión. Nos quedaban aproximadamente unos 500m. de recorrido y unos escaso 40m. de altitud, no encontrábamos marcas o hitos que nos guiaran en la subida a la loma que da acceso a la cima (recordábamos que hay una especie de escalera estrecha, en la que las piedras de pizarra hacen a modo de escalones), Lucas que iba el primero volvió ha hundirse hasta la cintura, con los bastones y el piolet comprobamos que el espesor superaba en algunos puntos el metro y medio de altura (recordamos que la loma esta llena de piedras de pizarra con acabados puntiagudos), así que nos volvimos hacia Rubén y le dijimos que lo sentíamos por él, pero que haciendo caso al eslogan de Trotamontes "No quiero lagrimas" lo aconsejable era darnos la vuelta y desistir de hacer cima, pues el riesgo era considerable. Un gesto de consternación se dibujo en su cara, pero acepto de buen grado la decisión y ¡Otro día será!. Retornamos al punto donde nos esperaba Karlos, le contamos que era imposible subir y nos dispusimos a bajar ya todos juntos. Nuestra calamidades aún no habían terminado, en la bajada pese a ir sobre nuestras huellas (era lo único que veíamos) aún nos hundíamos más que en la subida (Siempre me han parecido cómodas las bajadas, pero en esta ocasión ansiaba llegar al otro lado del cordal para que disminuyera el espesor de la nieve), por fin pasamos al otro lado y comenzamos a descender hacia Majaelrayo, la charla volvió a ser animada, lamentándonos de las malas condiciones al acercarnos a la cima, pero disfrutando de nuevo de la belleza del paisaje, su silencio solo roto por el ruido de nuestros pasos y la nieve en nuestras chaquetas. Las bromas, aligerando del peso de la nieve a las ramas de los robles cuando alguno pasaba debajo. Y ya en el pueblo satisfacción en nuestras caras, muescas de cansancio, pero un café caliente en el bar nos ayudo a reiniciar el regreso a casa. Y ha esperar una nueva salida.

P.D. En días que haya mucha nieve, no es aconsejable afrontar esta ruta, a no ser que se conozca bien el recorrido, pues las marcas e hitos no son visibles en ningún momento.